La medición de la fosfatasa alcalina sérica es una herramienta útil en la evaluación de la salud de perros y gatos. Esta enzima se encuentra en diversos órganos del cuerpo, como el hígado, los huesos y el intestino, por lo que su nivel en sangre puede indicar problemas en estos sistemas.
En perros, la elevación de la fosfatasa alcalina sérica puede ser un signo de enfermedad hepática o biliar, trastornos óseos o incluso infecciones. En gatos, los niveles elevados pueden estar relacionados con enfermedades hepáticas, pancreáticas o renales.
Por otro lado, los niveles bajos de fosfatasa alcalina sérica pueden indicar deficiencias nutricionales o enfermedades crónicas como hipotiroidismo.
Es importante destacar que la medición de la fosfatasa alcalina sérica debe ser interpretada junto con otros valores sanguíneos y el historial clínico del animal para obtener un diagnóstico preciso.
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