La histopatología es una técnica de diagnóstico que se utiliza para estudiar los tejidos biológicos y evaluar la presencia de enfermedades o trastornos. Esta técnica se basa en el análisis microscópico de los tejidos para identificar cualquier cambio anormal en su estructura o función.
El fundamento de la histopatología se basa en la observación minuciosa de las muestras de tejido mediante el uso del microscopio. El proceso comienza con la obtención de una muestra de tejido, que puede ser obtenida mediante una biopsia, una cirugía o una necropsia. Una vez obtenida la muestra, se procede a su procesamiento y preparación para su observación microscópica.
Durante el procesamiento, la muestra se somete a una serie de procedimientos que incluyen la fijación, deshidratación, inclusión y corte en secciones muy finas. Estos procedimientos permiten que los tejidos sean más resistentes y fáciles de manejar durante el proceso de observación microscópica.
Una vez preparada la muestra, se procede a su observación microscópica mediante el uso del microscopio óptico. El objetivo es examinar detalladamente los tejidos para identificar cualquier cambio anormal en su estructura o función.
La histopatología es una técnica muy útil en el diagnóstico de enfermedades como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias y las infecciones.
En resumen, el fundamento de la histopatología se basa en la observación microscópica de los tejidos para identificar cualquier cambio anormal en su estructura o función. Esta técnica es esencial en el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades y es una herramienta valiosa en la investigación médica.
Para conservar una muestra para histopatología, es importante fijarla en formol tamponado al 10% lo antes posible después de la extracción.
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